El Ministerio de Trabajo y Economía Social volverá a reunirse este lunes, a las 16.30 horas, con los agentes sociales para continuar avanzando en la elaboración del Estatuto del Becario y abordar las propuestas de sindicatos y patronal, después de que a inicios de mayo el departamento de Yolanda Díaz pusiera sobre la mesa el primer borrador que, entre otras cuestiones, apostaba por limitar el número de personas en prácticas en función del tamaño de cada empresa.
En concreto, este primer documento plantea que las empresas de entre uno y diez trabajadores puedan tener una única persona en prácticas. Para las compañías de 11 a 30 trabajadores, el tope de personas en prácticas sería de dos; el máximo sería de tres para las que tengan plantillas de entre 31 y 59 empleados, y de un techo del 5% del total de los trabajadores para aquellas con más de 60 personas en plantilla.
Además, en este borrador, Trabajo sostiene que “sin perjuicio de los límites anteriores, ningún tutor o tutora de empresa podrá tener asignadas, de modo simultáneo, más de cinco personas en formación práctica”.
Por otra parte, Trabajo propone limitar las prácticas no laborales a los casos de formación tutorizada en empresas u organismos equiparados, vinculada a las enseñanzas artísticas o deportivas del sistema educativo; a especialidades formativas del sistema nacional de empleo, y las prácticas realizadas durante los estudios de grado y máster universitarios.
“No obstante, se presumirá la existencia de relación laboral cuando la actividad desarrollada coincida en todo o en parte con la de una persona trabajadora por cuenta ajena de la empresa y, en todo caso, en los supuestos en los que la actividad desempeñada por la persona en formación no se inscriba en las prácticas a las que hace referencia el apartado anterior”, precisa el borrador de Trabajo.
También advierte de que “en ningún caso se entenderá que existe finalidad formativa cuando la actividad práctica desarrollada se refiera a puestos de trabajo o actividades laborales que no requieran de una especial cualificación y no cuente con el correspondiente plan de formación y de tutorización, o no exista una directa e indubitada vinculación entre la actividad desarrollada en la empresa u organismo equiparado y el programa o currículo de la oferta formativa al que está asociada la práctica”.
GASTOS EN LAS PRÁCTICAS
El documento también recoge que las empresas deberán compensar los gastos en los que la persona en prácticas incurra en el ejercicio de su formación, incluidas aquellas que se desarrollen en el extranjero.
Añade que la jornada deberá ajustarse a los límites de la normativa laboral y que la actividad de la persona en prácticas deberá ceñirse a la formación pactada.
Por otra parte, indica que las personas en prácticas tendrán derecho a tener toda la información antes del inicio de la relación con la empresa; a disfrutar de días de descanso y vacaciones; no se podrá desarrollar la formación en horario nocturno, y a una “adecuada tutorización”.
La inclusión en los protocolos contra el acoso, la protección de que gozan las personas que denuncian situaciones de corrupción o infracciones normativas y la protección de su salud son otros de los derechos que reconoce el primer borrador del Estatuto del Becario.
CUESTIONES POR DISCUTIR
Precisamente, el responsable de Juventud de CCOO, Adrià Junyent, tras conocer este borrador, dijo que se valora “positivamente” desde su sindicato, pero puntualizó que es “escueto” y “faltan muchas cuestiones que añadir y que afinar” para evitar el “fraude” con las prácticas no laborales.
En cuanto a las propuestas concretas, Adrià Junyent indicó que coinciden en líneas generales con lo que plantea el Gobierno, aunque “no aparece qué mecanismos legales va a tener la Inspección de Trabajo para que se pase de una práctica no laboral, en caso de que esté en fraude, a un contrato indefinido”. Para el responsable de Juventud de CCOO, debería haber una sanción por persona afectada y no por empresa, como establece la reforma laboral con la contratación temporal irregular.