Un total de 13 agentes de la Guardia Civil han resultado heridos este miércoles en Melilla cuando participaban en el dispositivo que ha evitado la entrada en la ciudad española del norte de África de unos 500 subsaharianos durante la madrugada repartidos en dos grupos de 400 y 100, en los que los migrantes emplearon «una violencia extrema» a través de la utilización de palos, garfios y piedras.
Los agentes en territorio nacional, apoyados por las fuerzas de seguridad de Marruecos al otro lado de la valla, han conseguido que ningún migrante pasara a la ciudad autónoma.
Según ha informado a Europa Press un portavoz de la Delegación del Gobierno, la presión en el perímetro fronterizo de Melilla de estos días se ha mantenido a lo largo de esta esta madrugada. Así, pasados unos minutos de las 4,00 horas, se ha producido un intento de entrada de unos 400 subsaharianos por las inmediaciones del Barrio Chino.
La citada fuente ha destacado que se han activado todos los medios y efectivos de la Guardia Civil, incluyendo el helicóptero, y se ha requerido la colaboración de la Policía Nacional y de la Policía Local.
Asimismo, sobre las 6,30 horas, un grupo de unos 100 migrantes, que ha rebasado a las fuerzas de seguridad marroquíes, han logrado llegar hasta el vallado, «acometiendo el intento de entrada mediante el escalo, siendo contenidos por la Guardia Civil», ha precisado.
La coordinación y acción conjunta de las Fuerzas de Seguridad de Marruecos y la Guardia Civil, según ha añadido el portavoz gubernamental, «han neutralizado la totalidad del salto, impidiendo que se produjera el acceso a territorio nacional de ninguno de ellos».
Sin embargo, ha denunciado que «fruto de la violencia extrema empleada por los subsaharianos, que han utilizado palos, garfios y piedras, 13 agentes de la Guardia Civil han resultado heridos». Por último, ha especificado que «algunos han acudido a Urgencias para la evaluación de sus contusiones, pero, en principio, todos ellos han sido resultado heridos leves».