Tres de cada diez personas en el mundo, unos 2.300 millones, carecen de acceso a instalaciones básicas para lavarse las manos con agua y jabón en el hogar, pese a la importancia de este hábito en la prevención de enfermedades como la Covid-19.
Con motivo del día Mundial del Lavado de Manos este viernes, Unicef exigió a los países garantizar estos servicios a toda su población de «forma permanente, no como una respuesta temporal ante la pandemia, sino como inversión en salud».
Según sus estimaciones, los avances en este ámbito tendrían que multiplicarse por cuatro para alcanzar la higiene universal en 2030. En los países más pobres deberían multiplicarse por diez, y «en contextos frágiles» como campamentos de refugiados, por 23.
Unicef agregó que en el mundo hay 670 millones de personas sin ninguna instalación donde lavarse las manos (ni en casa, ni en ningún centro cercano). En los países menos desarrollados, más de 6 de cada 10 personas carecen de puntos básicos de higiene de manos en el hogar, puntualizó.
Del mismo modo, dos de cada cinco escuelas en todo el mundo no cuentan con servicios básicos de higiene con agua y jabón, lo que afecta a 818 millones de estudiantes. De estos, 462 millones asisten a centros educativos sin ninguna instalación en absoluto. En los países menos desarrollados, 7 de cada 10 escuelas carecen de un lugar para que los niños se laven las manos.
Por otro lado, un tercio de las instalaciones sanitarias de todo el mundo carece de instalaciones para la higiene de manos en los puntos de atención donde el trabajador sanitario entra en contacto con el paciente.
Según Unicef, el coste de proporcionar higiene de manos en todos los hogares de 46 de los países menos desarrollados del mundo para 2030 se estima en 11.000 millones de dólares (unos 9.469 millones de euros). Se calcula que promocionar la higiene de manos costaría a los gobiernos el equivalente a 25 centavos de dólar per cápita por año.