El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este miércoles aranceles del 25 por ciento a los automóviles fabricados fuera del país, medida que entrará en vigor el 2 de abril, en el marco de la guerra comercial iniciada por el magnate republicano tras su vuelta a la Casa Blanca.
«Vamos a cobrar a los países por hacer negocios en nuestro país y por quitarnos nuestros empleos, nuestra riqueza y muchas cosas que nos han estado quitando a lo largo de los años», ha resaltado en declaraciones a la prensa durante la firma de la orden ejecutiva.
En una nota remitida posteriormente a los medios, la Casa Blanca ha señalado que el arancel afectará a «vehículos de pasajeros importados (turismo, SUV, crossovers, minivans, furgonetas de carga) y camionetas ligeras», así como a determinadas piezas necesarias para la fabricación de automóviles: motores, transmisiones, piezas del tren motriz y componentes eléctricos.
Por otra parte, señala la hoja informativa, para los automóviles procedentes de México y Canadá –firmantes del tratado de libre comercio T-MEC–, los aranceles del 25 por ciento se aplicarán solo «al valor de su contenido no estadounidense», si bien no especifica cómo los importadores podrán «certificar (el) contenido estadounidense» de los vehículos.
El Ejecutivo del republicano ha justificado esta decisión como una cuestión de «seguridad nacional» y porque el sector del automóvil en el país «se ha estancado», asegurando que desde el año 2000 éste ha perdido el 34 por ciento de los empleos.
Esto se produce además antes de que el presidente anuncie el 2 de abril los llamados aranceles recíprocos a los socios comerciales de la primera economía mundial.
La Administración Trump concedió a principios de marzo una exención de un mes a todos los automóviles que entren en el marco del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, si bien esta vence el 2 de abril.
CARNEY ANUNCIA 2.000 MILLONES DE DÓLARES PARA LOS EMPLEOS DEL SECTOR
El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha anunciado horas antes un fondo de 2.000 millones de dólares (unos 1.860 millones de euros) para proteger los empleos del sector del automóvil en el país.
Desde Windsor, sede de importantes plantas automotrices como ‘Ford’ y ‘Stellantis’, el líder de los Liberales ha señalado que este «fondo de respuesta estratégica» se destinará asimismo para impulsar la competitividad del sector del automóvil, ayudar a los trabajadores a adquirir experiencia y construir «una cadena de suministro canadiense fortalecida», según recoge el canal CBC News.
«Nuestro sector automotriz siempre ha estado ahí para nuestro país. Por eso, en estos tiempos de incertidumbre y necesidad, Canadá estará ahí para nuestros trabajadores del sector automotriz», ha declarado desde esta ciudad ubicada al sur de la provincia de Ontario, cerca de la frontera con Estados Unidos.
Además, en declaraciones a la prensa, ha calificado posteriormente la medida de la Casa Blanca como un «ataque directo» a los trabajadores del país y ha indicado que se trata de una acción «injustificada» por parte de Washington y ha anunciado que convocará al gabinete de relaciones Canadá-Estados Unidos para una reunión este jueves.
«Defenderemos a nuestros trabajadores, defenderemos a nuestras empresas, defenderemos a nuestro país y lo defenderemos juntos», ha indicado, agregando que la medida afectará a Ottawa, si bien saldrán más fuertes «al estar unidos».
VON DER LEYEN LAMENTA LA MEDIDA
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha lamentado «profundamente» la decisión de Trump de imponer aranceles a las exportaciones europeas de automóviles y ha indicado que el bloque «evaluará» la respuesta a dicha medida, así como a otras del magnate, en alusión a los aranceles recíprocos.
«La industria del automóvil es un motor de innovación, competitividad y empleo de alta calidad gracias a unas cadenas de suministro profundamente integradas a ambos lados del Atlántico», ha señalado en un comunicado.
Asimismo, ha indicado que la UE «seguirá buscando soluciones negociadas» que permitan «salvaguardar al mismo tiempo sus intereses económicos». «Protegeremos conjuntamente a nuestros trabajadores, empresas y consumidores en toda la Unión Europea», ha zanjado.
El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, ha regresado recientemente de su segundo viaje a Estados Unidos sin un acuerdo para resolver la crisis de los aranceles, pero insiste en mantener abierta la puerta del diálogo aunque quede «trabajo duro» por hacer y Bruselas siga adelante preparando las contramedidas por valor de hasta 26.000 millones de euros.
El plan inicial del Ejecutivo comunitario era activar un primer paquete de aranceles por valor de 8.000 millones de euros desde el 1 de abril, basado en un listado de productos diseñado en anteriores crisis, y una segunda, con un impacto potencial de 18.000 millones, el 13 de abril.
Bruselas dice ahora que prefiere esperar a mitad de mes para poner en marcha los dos planes en bloque por razones «técnicas», ya que ello permite «calibrar» los aranceles y ajustar las listas a los intereses europeos, aunque admiten que además ofrece unas semanas de margen para la negociación.