Twitter censuró la semana pasada la cuenta @moranteinfo desde las que se compartieron unas fotos de una corrida de toros y la red social consideró que se estaban divulgando escenas sangrientas gratuitas.
En un principio se asumió que la cuenta bloqueada pertenecía al diestro Morante de la Puebla, sin embargo no pertenecía a este sino a un seguidor del torero. Fue la Agencia EFE quién metió la pata a la hora de difundir la información e identificó la cuenta de manera errónea.
Desde entonces, el debate sobre la libertad de expresión en las redes sociales tomó fuerza. Twitter señala que la prohibición se produce «especialmente, si el contenido se publica con la intención de provocar deleite en la crueldad o por placer sádico», lo que es un reproche que con frecuencia se dirige al mundo taurino y que este rechaza vehementemente.