Un 33 por ciento de los europeos con el virus de la inmunodeficiencia humana aún desconoce que convive con el mismo, según se desprende de un informe realizado por la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
Los datos demuestran un incremento de 113.000 nuevos diagnósticos con respecto al año anterior, lo que supone un 2,4 por ciento más, por lo que ya son 2,6 millones de infecciones en la zona desde que comenzó la pandemia a principios de la década de 1980.
El estudio, que ha tenido en cuenta 47 de los 53 países de la Región Europea de la OMS en 2023, también ha mostrado que algo más de la mitad de los diagnósticos de VIH se realizan de forma tardía, lo que conduce a una mayor morbilidad en la atención médica, así como un mayor riesgo de muerte relacionada con el sida.
«Los mayores obstáculos que aún persisten en la lucha contra el VIH/SIDA en nuestra región son los entornos restrictivos e intolerantes, el estigma, la discriminación e incluso la criminalización de la transmisión del VIH, así como la adopción inconsistente de intervenciones basadas en evidencias», ha afirmado el director regional de la OMS para Europa, el doctor Hans Henri P. Kluge, según un comunicado.
En ese sentido, ha instado a crear espacios seguros para que las personas accedan a los servicios de atención de la salud, normalizar las pruebas y garantizar que las políticas sean «compasivas» y «no punitivas», y cree necesario aumentar la financiación para la prevención, evitando en primer lugar que se produzcan nuevas infecciones por VIH, y detener así la transmisión.
Este incremento se ha producido en 21 de los países participantes, aunque los científicos creen que se puede explicar por el aumento de los esfuerzos de los países en materia de pruebas, que han vuelto a repuntar desde la pandemia de Covid-19.
A pesar de este ligero incremento con respecto a 2022, estos datos siguen una tendencia descendente con respecto a 2019 con un 19,6 por ciento menos. Sin embargo, los números pueden ser muy desiguales según el país, y es que Rusia ha experimentado un descenso del 32 por ciento desde 2019, mientras que países como Azerbaiyán, Finlandia, Islandia, Irlanda, Kazajstán, Lituania, Malta y Montenegro han registrado un récord de casos en los últimos diez años.
«La necesidad de intervenciones adaptadas a las subregiones dentro de la Región Europea de la OMS es clara, teniendo en cuenta los contextos epidemiológicos y los patrones de transmisión específicos de cada subregión. En las regiones oriental y central, donde se ha observado un repunte en las pruebas de detección del VIH, los esfuerzos deben centrarse en la expansión de políticas de pruebas innovadoras destinadas a aumentar la detección de casos y la prevención combinada integral», reza el texto.
Aunque los países europeos han «avanzado mucho en la mejora del acceso a las pruebas y en la reducción del número de personas que viven con el VIH sin saberlo», la directora del ECDC, la doctora Pamela Rendi-Wagner, ha afirmado que «que más de la mitad de los diagnósticos todavía se realizan tarde», por lo que «es fundamental» centrarse en la participación de la población «clave» y «vulnerable» en los programas de diagnóstico temprano, prevención, tratamiento y atención.
Entre la población clave se encuentran los migrantes, que han experimentado un aumento del 47,9 por ciento, si bien un 38 por ciento de ellos han nacido en el país donde se han contagiado, por lo que «es primordial ampliar el acceso a la prevención primaria, incluida la profilaxis previa a la exposición».
Si bien las mujeres representan una proporción creciente con un 28 por ciento de los casos, la transmisión sexual más frecuente se da en hombres de mediana edad, siendo el modo de transmisión sexual entre varones la más predominante, aunque la transmisión heterosexual también representa una «parte significativa» de los nuevos diagnósticos.
Sin embargo, algunos países han notificado un «número considerable» de personas que aún contraen el VIH a través del consumo de drogas inyectables.
Por último, los investigadores han concluido que los datos «demuestran la necesidad crítica de prevención, detección temprana, diagnóstico y acceso al tratamiento para mejorar los resultados de salud de las personas y reducir la transmisión», además de mostrar la «urgencia» de reducir el estigma en torno al VIH.