El Juzgado de lo Penal de Soria ha condenado a un año de prisión al hombre que dio una bofetada a su esposa mientras ésta realizaba una emisión en directo a través de la red social TikTok. Se la condena como autor de un delito de malos tratos en el ámbito de la violencia contra la mujer por agresión «ante miles de personas».
La sentencia incluye tres años de prohibición de acercarse a menos de 300 metros de la persona, domicilio y lugar de trabajo de la víctima y de comunicar con ella por cualquier medio o procedimiento, directo o indirecto.
Asimismo, se le condena a otros tres años de privación del derecho de tenencia y porte de armas, según la sentencia facilitada este lunes por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y recogida por Europa Press.
La juez ha estimado, una vez valorada la prueba en su conjunto, que «el acusado, de una manera pública y notoria, ante miles de personas, agredió a su esposa, con intención de menoscabar su integridad física y de humillarla en público».
Asimismo, ha añadido que «sin que conste que le causara lesiones, se produjo un maltrato evidente y real, con lo cual se cumplen todos los requisitos previstos en el art. 153.1 del Código Penal y procede la condena del acusado como autor de un delito de maltrato de obra en el ámbito de la violencia contra la mujer».
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▶️ Una extraña situación se vivió en un directo de TikTok, en el que una joven española recibió una bofetada, de un hombre que inicialmente indicó era su padre, pero luego informó que era su pareja.
El video se hizo viral y el sujeto fue detenido por la agresión. pic.twitter.com/Rp2uvdr6Pt— Agencia Venezuela News (@venezuelanewsVN) February 2, 2023
NO NECESARIA DENUNCIA DE LA VÍCTIMA
En la sentencia, la magistrada ha aclarado que «en los delitos de violencia de género no es necesaria la denuncia de la víctima, debiéndose castigar una vez que se tiene conocimiento de su comisión».
En este sentido, ha apuntado que «basta con el simple hecho de la retransmisión en directo de la bofetada para que los poderes públicos desplieguen el ámbito de protección de la víctima, con independencia de que ella se reconozca como tal».
La juez ha señalado que «tampoco es justificación de la agresión, ni supone que no sea castigada, el hecho de que la víctima consienta y justifique la bofetada».
«En los delitos de violencia contra la mujer, como en todos los delitos de lesiones graves, el consentimiento de la persona agredida es irrelevante y procede el castigo en todos los casos», advierte la juzgadora.
PENA
En la graduación de la pena, la juez ha tenido en consideración que el hombre «golpeó a la víctima en público, ante miles de personas, con la finalidad, además de causarle un maltrato físico, de humillarla y menospreciarla ante sus amigos y conocidos; impuso su dominación sobre su esposa ante las redes sociales, sin que el hecho de que estuviera en directo le hiciera detener su agresión; y se sintió ofendido por lo que le habían dicho a su esposa y reaccionó agrediéndola en público».
«Esta conducta merece el mayor reproche penal que permite la ley, merece que se imponga la pena en su grado máximo, ya que el acusado no es capaz de respetar a su esposa, ni siquiera en público», recoge el fallo.
Además, «esta conducta ya ha sido repetida en ocasiones anteriores, ya que la víctima reconoce que, con anterioridad a estos hechos, ha recibido dos palizas».