Un Atleti gris se lleva el duelo en el Metropolitano (2-1)

Redacción

El Atlético de Madrid ofreció su versión más plana y sufrió una inmensidad para lograr los tres puntos frente al Cádiz (2-1) en el partido que inauguró este viernes la jornada 28 de la Liga Santander, un triunfo que le permite situarse tercero de forma provisional antes de visitar al Manchester United el próximo martes en la ‘Champions League’.

El equipo de Diego Pablo Simeone no disfrutó de su mejor noche baja la intensa lluvia de la capital pese al fulgurante arranque de sus pupilos. Apenas habían trascurrido tres minutos cuando llegó el 1-0 en botas de Joao Félix, que se está acostumbrando a marcar en los compases iniciales del encuentro, como en el Villamarín. El atacante portugués marcó por su fe y su calidad.

Un mal pase de Ledesma fue interceptado por el luso, que no tuvo problemas para definir con mucho talento casi sin ángulo para ejecutar el disparo. El gol despertó a los andaluces y tranquilizó a un Atleti que no hizo absolutamente nada en los 42 minutos restantes. Fue entonces cuando llegó el momento del Cádiz, que monopolizó el balón.

Los amarillos tuvieron más posesión (55%) y lanzaron 14 veces a portería por las 6 de su rival, sin embargo, la falta de puntería les terminó pasando factura. Hasta tres ocasiones necesitó el Cádiz para igualar la contienda. Primero fue el ‘Pacha’ Espino quien probó fortuna con un latigazo que se fue alto, después Negredo -a bote pronto- y finalmente el tiburón de Vallecas encontró el empate al borde del descanso en una acción de maestro.

Un centro exquisito, con la fuerza deseada para cualquier cabeceador, terminó en el corazón del área y el delantero madrileño no dejó escapar el 1-1 ante la mirada atenta de Oblak. Fue el justo premio a la valentía de un Cádiz que pudo haber terminado mucho mejor la primera parte si el árbitro González Fuertes no hubiese corregido una roja a Reinildo por una entrada sobre Alcaraz, el mejor jugador del Cádiz.

El videoarbitraje hizo cambiar la opinión del colegiado pese a la dureza de la entrada y el Atlético se libró. Los colchoneros arrancaron la segunda mitad con 11 e intentaron cambiar su estrategia a costa de más balones por la banda, mayor presencia con Lodi y más asociación con Correa. Así fue como llegó el 2-1 tras un rechace que aprovechó De Paul, a 20 minutos para el final.

El centrocampista argentino estuvo bien atento para culminar una triangulación excelente de Llorente, Correa y Luis Suárez, que supo distribuir juego con inteligencia. El gol fue petróleo para un Atlético que se dedicó a defender otro carrusel de oportunidades gaditanas. La más clara la tuvo Luis Hernández con una volea que sacó Giménez bajo palos.

Pero también la tuvo Alcaraz cerca del larguero e Idrissi en el tiempo de descuento con un disparo al lateral de la red. Finalmente el marcador no se movió, aunque los de casa acabaron con 10 por una injusta expulsión del joven Serrano, al que le pudo el ímpetu, pero terminó pagando un excesivo peaje en una decisión arbitral difícil de entender.

La victoria sitúa a los rojiblancos en la tercera posición después de cuatro consecutivas en el campeonato doméstico, pero no sirve como refuerzo anímico a la visita de Old Trafford. El Wanda se calentó porque lo pidió su técnico, pero no por los goles de su equipo. El horizonte ya solo apunta a un duelo en Inglaterra que se afronta igualado tras el 1-1 de la ida.

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