Un joven chino de 15 años se quedó pegado a un poste helado de metal tras lamer su base para ver que ocurría.
Los hechos, grabados por una cámara de seguridad, tuvieron lugar en una calle de Zaozhuang, ciudad donde las temperaturas alcanzaron los -16º.
El joven, aprendiz de peluquería, intentó pedir ayuda a través del teléfono móvil, pero no pudo articualr palabra ya que su lengua perecía adherida a la señal, informa South China Morning Post.
Tuvo que ser un comerciante de una tienda cercana quien tras presenciar la escena liberó al joven vertiendo un poco de agua caliente sobre la comisura de su boca.