Un nuevo estudio publicado en JAMA Pediatrics sugiere que el uso excesivo de tablets en niños pequeños puede contribuir a un ciclo perjudicial para la regulación emocional. La investigación, realizada por un equipo de la Universidad de Dalhousie en Canadá, encontró una relación bidireccional entre el tiempo de pantalla y las expresiones de enojo y frustración en preescolares.
El estudio prospectivo siguió a 315 niños de Nueva Escocia, Canadá, desde los 3.5 hasta los 5.5 años durante la pandemia de la COVID-19. Los padres reportaron el uso de tablets y las manifestaciones de ira de sus hijos en tres momentos: a los 3.5, 4.5 y 5.5 años.
Los resultados mostraron que un aumento de 1 desviación estándar en el uso de tablets a los 3.5 años (equivalente a 1.15 horas por día) se asoció con un incremento del 22% en la escala de ira/frustración a los 4.5 años. A su vez, un aumento de 1 desviación estándar en la propensión a la ira a los 4.5 años se relacionó con un 22% más de uso de tablets a los 5.5 años.
Estos hallazgos sugieren que el uso temprano de tablets puede socavar la capacidad de los niños para regular sus emociones, lo que a su vez los lleva a usar más estos dispositivos. Según los autores, esto crea un círculo vicioso perjudicial para el desarrollo emocional en una etapa crítica.
«Nuestros resultados resaltan la necesidad de considerar cuidadosamente el rol de los dispositivos móviles en la vida de los niños pequeños», señaló la Dra. Caroline Fitzpatrick, autora principal del estudio. «Limitar el tiempo de pantalla y promover actividades que fomenten la autorregulación podría ayudar a romper este ciclo negativo».
Aunque las tablets pueden ser una herramienta útil para el aprendizaje y el entretenimiento, los expertos aconsejan establecer límites claros y consistentes en su uso:
Evitar el uso de pantallas al menos 1 hora antes de dormir
Designar zonas y momentos libres de dispositivos electrónicos
Priorizar actividades interactivas y al aire libre
Modelar un uso responsable de la tecnología