Un gerente externo para abordar cambios en la empresa

Remitido

Las operaciones de reestructuración empresarial ofrecen a las organizaciones la oportunidad de mejorar su condición, responder con eficiencia a situaciones de riesgo o crisis, así como de abrirse a nuevos modelos productivos. En estos casos, la figura del interim manager es clave para dar dirección oportuna a los cambios en el entorno. Contar con los servicios de estos especialistas de alto nivel permite fomentar una mayor productividad y garantizar el funcionamiento futuro de la compañía. La firma AMG Interim Managers es una excelente opción al momento de contratar ejecutivos de alto nivel para asumir el liderazgo en procesos de reestructuración.

Los cambios en el entorno empresarial

Muchas veces ocurren cambios en el entorno de las empresas que hacen necesario la adopción de un nuevo modelo de negocio. Esto conlleva a un proceso de reestructuración, que no significa que deba cambiarse todo en la organización. Lo más idóneo es acudir a los servicios de un interim manager para evaluar la situación y guiar en forma certera el proceso de transformación empresarial. Generalmente, las reestructuraciones son necesarias en puntos estratégicos para garantizar la eficiencia operativa de sus departamentos, su actualización tecnológica y adecuación en el ámbito financiero. Estas intervenciones obedecen a causas que pueden ser tanto internas como externas. Es importante prestar atención a los indicadores que arroja la dinámica empresarial, a fin de diagnosticar e implementar los cambios necesarios en el momento oportuno. Por ejemplo, entre las causas externas que pueden llevar a una reestructuración se cuentan las económicas y legales, la competencia, así como las sociológicas y tecnológicas. A nivel interno, las carencias o deficiencias en equipos y estructuras, o la falta de confianza, pueden llevar a la organización a la búsqueda de soluciones gerenciales para hacer frente a los cambios en el entorno.

El interim manager en el proceso de reestructuración

Incorporar un interim manager para hacer frente a un proceso de reestructuración por cambios en el entorno es contar con un ejecutivo de alto nivel que puede guiar a la compañía a través de la referida transformación. Con este propósito, estudia y analiza la dinámica de la empresa en su conjunto, generando un diagnóstico inicial de las áreas que hay que transformar. A partir del diagnóstico, puede proponer el tratamiento del problema, planificando las acciones y cambios que han de ejecutarse para adecuar el funcionamiento de la empresa a los nuevos requerimientos, o corregir fallos que se puedan estar presentando en su operatividad. Luego de implementar las adecuaciones establecidas en su plan de trabajo, y habiendo logrado sus objetivos, el interim manager termina su labor en la empresa. Cabe destacar que antes de llegar a este punto, el ejecutivo ha guiado con éxito la puesta en marcha de todos los mecanismos seleccionados para abordar los cambios en la organización.

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