El FC Barcelona ha ganado al Sevilla FC este viernes en el Estadi Olímpic Lluís Companys (1-0), en la octava jornada de LaLiga EA Sports, con un gol en propia meta del central sevillista Sergio Ramos que permite al Barça, que estuvo espeso y desacertado en los tiros a puerta, dormir de nuevo como líder provisional a la espera del duelo clave entre Girona y Real Madrid del sábado.
Tras empatar en Son Moix ante el RCD Mallorca (2-2), el Barça tenía que ganar sí o sí para recuperar la senda del triunfo y las buenas sensaciones. Lo primero llegó, gracias a ese tanto en propia meta del exmadridista Ramos (pitado en cada acción), pero lo segundo no del todo; ya que el duelo de los blaugranas fue un ‘sí pero no’.
Crearon ocasiones los de Xavi Hernández, que volvieron a estrellar, de nuevo en las botas de Joâo Félix, un balón en la madera. Robert Lewandowski no está tan fino como el año pasado, cuando fue ‘Pichichi’, y esta vez Raphinha, que parecía estar en estado de gracia, se lesionó bien pronto.
Empezó trepidante el choque, con ocasiones claras tanto para el Barça como para el Sevilla. No obstante, se llegó al descanso con el resultado inicial y, en una segunda parte algo más ‘light’, el tanto del triunfo ‘culer’ llegó con un pase de Ferran Torres –revulsivo– para Lamine Yamal, de nuevo titular, que la puso atrás para que Sergio Ramos, en intento de despeje, batiera a su portero Nyland.
Ahí acabó la faceta goleadora de la noche. Sergio Ramos dio, sin querer, el liderato provisional a un Barça que deberá seguir buscando las buenas sensaciones. No jugó mal, como tampoco lo hizo en Mallorca, pero está impreciso el equipo de Xavi y, de no ser por Ramos, habrían volado otros 2 puntos para el grupo, esta vez en casa.
Pero la magia de la montaña mágica de Montjuïc está ahí. El Estadi Olímpic, que vio remontar un 0-2 adverso ante el Celta de Vigo en apenas 10 minutos en la última jornada como local del Barça, esta vez supo tener ‘flor’; todo lo contrario que un Sergio Ramos que cuajó un gran partido y se irá con ese mal sabor de boca del autogol.
En el Barça destacó Joâo Cancelo, muy activo por el carril diestro y ayudando en la creación del juego, sobre todo en la segunda parte. Dio buenos centros, tiró de su velocidad y regate y, junto a Alejandro Balde en el lado opuesto, fueron clave para un Barça que le puso ganas, pero sin acierto.
Nyland maniató a Joâo Félix, que en la búsqueda que superar al meta ajustó tanto los tiros que envió un balón al larguero, en el minuto 22. Fue tras una muy buena jugada de Cancelo que terminó con pase entre líneas para su compatriota, que disparó potente pero vio estrellarse el balón en la madera.
Por su parte, el exblaugrana Ivan Rakitic y el delantero Dodi Lukebakio fueron los más destacados de un Sevilla que también puso a prueba a Marc-André Ter Stegen. El alemán, que salió en la foto de los dos goles en Mallorca, mejoró y volvió a su nivel habitual, cerca de la excelencia, de esta temporada.
Eso sí, Gavi le sacó un disparo a Lucas Ocampos entre la barriga, el pecho y el muslo. Se dejó la piel, casi literal, el centrocampista canterano para ayudar en defensa y en ataque a su Barça. Un equipo ‘culer’ que a la media hora perdió, al romperse muscularmente, a Raphinha. El brasileño, que hizo de interior con libertad de movimientos, dejó el puesto a un Fermín López que, tras marcar en Mallorca, volvió a jugar muy bien y rozó el tanto.
Casi recién entrado por la lesión de Raphinha, Fermín López recibió dentro del área un gran balón de Lamine Yamal, se giró perfecto pero, cuando parecía gol, su disparo mordido y flojo lo detuvo sin problemas Nyland. Cerca estuvo el joven canterano de marcar en dos partidos seguidos.
La segunda parte dejó menos ocasiones. El Sevilla lo intentó con Lukébakio pero sin acierto, con dos remates acrobáticos a las nubes de Montjuïc. Le intentó poner garra el Sevilla de José Luis Mendilibiar, pero el Barça se quedó el balón y no encontró el 2-0 en los minutos finales por la falta de un último pase, con acciones de Ferran Torres y Lewandowski en las que podrían haber sido más generosos.
Esa falta de acierto que debe ser lo primero a mejorar. De momento, a falta del Girona-Real Madrid de este sábado en Montilivi, en un duelo entre el que eran primero y segundo antes de esta victoria del Barça, los blaugranas son líderes provisionales e hicieron los deberes ante un correoso Sevilla que sigue sin ganar en Barcelona desde 2002.