Las cenizas y el ADN de un profesor de física llamado Kenneth Ohm viajarán a la Luna para un objetivo muy particular: quiere que una raza extraterrestre lo clone y lo pongan en un “zoológico”.
Para ello, en vida pagó a la empresa Celestis, encargada de llevar objetos personales y cenizas humanas al espacio.
El caso de Ohm, de 86 años, fue descrito en un artículo de The New York Times.
El científico espera que las civilizaciones futuras puedan eventualmente abrir un «zoológico intergaláctico con un Ken Ohm en una jaula», según el informe, o incluso un «enjambre de miles de Ken Ohm reconstituidos extendiéndose por todo el universo».
¿Es esto posible? Actualmente ya hay formas de clonar animales usando utilizando ADN, por lo que aún esto no es imposible, tampoco es un concepto muy lejano.
Otros usuarios tienen objetivos más “románticos” al enviar sus cenizas al espacio, como el bombero de la ciudad de Nueva York Daniel Conlisk, quien dijo al periódico que quiere que sus restos sean enviados al espacio junto con su esposa, quien ya ha pasado por años de empeoramiento gradual de su cáncer, o el ingeniero aeroespacial Jeffrey Woytach, que creció viendo las misiones Apolo en la televisión y quiere que algunas de sus cenizas lleguen a la superficie lunar.
La compañía espacial Celestis, con sede en Texas, lleva muchos años poniendo en órbita restos incinerados.
Durante su primer vuelo en 1997, la compañía disparó a la órbita de la Tierra los restos del creador de Star Trek, Gene Roddenberry, y del visionario científico Gerard O’Neill, el físico detrás del diseño del hábitat espacial conocido como cilindro O’Neill.
El primer «servicio conmemorativo lunar» de la compañía, la misión Lunar Prospector de la NASA, se lanzó en enero de 1998, impactando la superficie lunar dentro de un cráter permanentemente en sombra aproximadamente un año y medio después. La cápsula llevaba a bordo partes de los restos del destacado geólogo planetario Eugene Shoemaker.
«Las cápsulas conmemorativas de Celestis que transportan restos cremados y ADN permanecerán en la superficie lunar como un tributo permanente a las almas intrépidas que nunca dejaron de buscar las estrellas», se lee en el sitio web de la compañía.