Un hombre de 33 años identificado como Remy se ha tatuado casi el 100% de su cuerpo.
Su primer encuentro con las agujas y la tinta fue cuando se tatuó el nombre de su hijo en el brazo y desde entonces no ha podido parar su «obsesión» por los tatuajes.
En cuanto a todos sus tatuajes, asegura que ha gastado unos 75.000 dólares, aunque hay algunas zonas que aún no ha tatuado; entre estas están la mayor área de su cara, las orejas, la planta de los pies y parte de las palmas de las manos.
Además, ha revelado que las partes del cuerpo con las que más ha sufrido para tatuar son el trasero y la zona interna de los muslos.
Aunque su apariencia puede causar extrañeza para algunos, Remy, originario de Canadá, afirma que nunca ha sido víctima de discriminación por parte de su familia o personas extrañas en la calle, pero sí en internet y redes sociales. “En público solo recibo comentarios positivos o curiosos”.