El Real Betis y el Sevilla FC se repartieron (1-1) los puntos, los goles y los palos en el derbi del Benito Villamarín, en una jornada 13 que dejó también este domingo el empate (1-1) de la Real Sociedad ante un Valencia que le faltó ambición y la crisis a las primeras de cambio del Villarreal de Quique Setién, con el 0-2 encajado ante el Mallorca.
El derbi de la capital andaluza fue una vez más una guerra en la que, en su fragor, se cobró las expulsiones primero del visitante Montiel y, después, de los béticos Fekir y Borja Iglesias. La alegría fue por barrios vecinos, con un Betis que tuvo que jugar con uno menos casi toda la segunda parte.
Los de Manuel Pellegrini no lograron defender el 1-0 de Jesús Navas en propia puerta en el minuto 43 por culpa de un misil de Gudelj en el minuto 81. El Betis, que buscaba la tercera plaza y hundir de paso a un Sevilla pegado al descenso, enseñó su fútbol vertical y eléctrico, mientras el Sevilla prefería crecer con el balón. En la pelota parada, Rafa Mir casi hace el primero en propia.
Fekir lanzó esa falta peligrosa y poco después tuvo otra más, mientras que Ruibal perdonó un acción preciosa del Betis. El Sevilla respiró cuando tuvo la posesión y tuvo sus opciones cuando presionó arriba a su rival, con algún regalo que no aprovechó. En el minuto 38 llegó la primera roja, de Montiel por una entrada a la rodilla de Álex Moreno, y en el 43′, el 1-0 de carambola.
Canales se coló entre los centrales y el despeje de Gudelj pegó en Navas, el cambio de Sampaoli tras la roja, con dirección a portería hasta ver la red con un Bono también desafortunado. El Villamarín rugía cuando el Betis se quedó también con 10 por una roja a Fekir por un codazo a el Papu Gómez antes del descanso.
Sánchez Martínez tomó la decisión también viendo lo sucedido en la tele del VAR y, en la reanudación, volvió a ir a la banda para expulsar a Borja Iglesias por un pisotón por detrás y en el tobillo a Jordán. El Betis vio peligrar entonces el derbi pese a tener las ocasiones más claras, como la sentencia del ‘Panda’ al final del primer tiempo o otro mano a mano de Álex Moreno ya en el segundo.
Sin embargo, al Sevilla le faltó pegada una vez más, con En-Nesyri con la mirilla desviada. Edgar se hizo gigante en la defensa bética y los de Pellegrini achicaron sin sufrir en exceso, hasta el pelotazo de Gudelj, como el que firmó en Mallorca, desde la frontal. El propio jugador serbio tuvo otras dos, un larguero y una salvada de Claudio Bravo en la última jugada de un derbi muy intenso.
En el Reale Arena, el partido estuvo condicionado por la roja a Aritz Elustondo en el minuto 17. Para entonces, el conjunto local ya tenía el 1-0 a su favor, en una jugada de rebote que terminó en gol en propia puerta de Hugo Guillamón. Con uno menos, la Real tuvo que poner en práctica un ejercicio de resistencia y dar por bueno el punto, aunque son tres jornadas seguidas sin ganar.
Menos contento quedó un Valencia al que le faltó decisión, después de que en el minuto 25 lograra ya el 1-1 por medio de Samuel Lino. El jugador cedido por el Atlético de Madrid fue el mejor del equipo ‘che’, por insistencia, aunque en el otro lado, Alexander Sorloth se desgastó sin reservas para dar aire a la Real.
Gennaro Gattuso tardó en decidir los cambios e ir a por el partido, ya en la última media hora. Marcos André tuvo la más clara para el Valencia, mientras que Sorloth pudor redondear su MVP también con otra buena ocasión. El equipo ‘che’ no aprovechó la opción de acercar el tren europeo y enlaza cinco jornadas sin ganar.
EL VILLARREAL DE SETIÉN ES OTRO
Por otro lado, el Villarreal encajó una preocupante derrota en su último encuentro en el Ciudad de Valencia antes de volver a casa. La era de Quique Setién sigue sin conocer la victoria tras cuatro partidos, con un equipo irreconocible comparado con el que llevaba Unai Emery. El Mallorca, con 16 puntos y grandes sensaciones por solidez y pegada, bordó su actuación con un Muriqi decisivo, que destapó el descontento de la grada por el fondo y la forma.
El delantero kosovar hizo su séptimo gol en liga con el primer balón que tocó en el área rival. Jaume Costa había perdonado un mano a mano pero Muriqi empezó a sacar los colores a un Villarreal con posesión a ritmo muy bajo y ni un desborde. El Mallorca siguió cómodo en el segundo tiempo y Amath Ndiaye hizo el golazo del 2-0 que condenó al ‘submarino’ a ceder mucho terreno con Europa.
El golpe fue más duro si cabe porque Samu Chukwueze había tenido el empate en la jugada anterior, con un balón al larguero. Con los pitos de parte de la afición amarilla y un Quique Setién con gesto contrariado, el Mallorca se fue con un triunfo sin discusión ante un Villarreal que echa mucho de menos a un Emery que goleó este mismo domingo al Manchester United con el Aston Villa.