Varias erupciones volcánicas produjeron un ‘invierno’ que redujo drásticamente las temperaturas y contribuyeron al mayor episodio de extinción masiva de especies en la historia de la Tierra, hace unos 252 millones de años.
Ese ‘invierno volcánico’ se sumó a efectos ambientales resultantes de otros fenómenos en ese momento, según un estudio realizado por más de dos docenas de investigadores y publicado este miércoles en la revista ‘Science Advances’. Ese evento de extinción masiva eliminó el 81% de la vida animal marina y el 89% de las especies terrestres.
«A medida que observamos más de cerca el registro geológico en el momento de la gran extinción, estamos descubriendo que el desastre ambiental global de finales del Pérmico puede haber tenido múltiples causas entre las especies marinas y no marinas», apunta Michael Rampino, profesor del Departamento de Biología de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) y uno de los autores del artículo.
Durante décadas, los científicos han investigado lo que podría haber causado esta catástrofe ecológica global y muchos apuntan a la propagación de vastas inundaciones de lava en los ‘traps’ de Siberia, una gran región de roca volcánica situada en lo que hoy es el centro de Rusia.
Estas erupciones causaron tensiones ambientales, incluido el calentamiento global severo de las liberaciones volcánicas de dióxido de carbono y la reducción relacionada en la oxigenación de las aguas oceánicas; esta última causó la asfixia de la vida marina.
DEPÓSITOS MINERALES
El nuevo estudio, en el que participaron científicos de la Universidad de Nankín y el Instituto de Geoquímica de Cantón (China), así como del Museo Nacional de Historia Natural de la Institución Smithsoniana y la Universidad Estatal de Montclair (Estados Unidos), consideró otros factores que pueden haber contribuido al final del Período Pérmico, que se extendió de 300 millones a 250 millones de años atrás.
Específicamente, encontraron depósitos minerales y relacionados en tierra en la región del sur de China, especialmente cobre y mercurio, cuya edad coincidió con la extinción masiva de finales del Pérmico en localidades no marinas. Estos depósitos estaban marcados por anomalías en su composición probablemente debido a las emisiones ricas en azufre de las erupciones volcánicas cercanas, es decir, estaban cubiertos por capas de ceniza volcánica.
«Los aerosoles atmosféricos de ácido sulfúrico producidos por las erupciones pueden haber sido la causa de un rápido enfriamiento global de varios grados, antes del calentamiento severo observado en el intervalo de extinción masiva de finales del Pérmico», explica Rampino.
Los hallazgos del equipo sugirieron que las erupciones de los ‘traps’ siberianos no fueron la única causa de la extinción masiva de finales del Pérmico y que los efectos ambientales de las erupciones en el sur de China y en otros lugares pueden haber desempeñado un papel vital en la desaparición de docenas de especies.