“¡No lo hagas, hombre! ¡Qué no vale la pena!”, le gritaba la gente a Kendall Floyd, cuando se disponía a dar un salto que pudo ser mortal mientras huía este jueves de la policía en Brooklyn (NYC).
Y aún así saltó desde una plataforma elevada del Metro al techo de un edificio en Williamsburg, en medio de asustados transeúntes y policías.
La locura había comenzado poco antes, cuando Floyd, de 25 años, fue detenido por NYPD porque al parecer estaba conduciendo un auto sin usar el cinturón de seguridad.
Pero cuando los oficiales detuvieron el coche en las calles Humboldt y Debevoise, Floyd abrió repentinamente la puerta, golpeó a un policía en el brazo para salir corriendo.
La policía logró alcanzarlo nuevamente, pero aún así se negó a rendirse. El intrépido joven trepó por un poste hacia las vías elevadas del Metro cerca de la estación Flushing Avenue (J/M), dijo la policía.
La gente comenzó a acumularse, y después de unos minutos de vacilación Floyd se lanzó repentinamente para sorpresa de todos, saltando “una gran distancia” al techo de un edificio comercial al otro lado de la calle, según las impactantes imágenes.
El video continuó con varios policías corriendo a la vuelta de la esquina hacia una cerca de tela metálica que bloquea el área detrás del edificio donde aterrizó Floyd. Uno de los agentes escaló la reja para atrapar al prófugo escapista.
Floyd, residente de Queens, milagrosamente sólo sufrió una lesión en la pierna después del dramático salto. Lo trasladaron al Woodhull Medical Center en condición estable.