Una familia canadiense está tratando de localizar al dueño o dueña de un anillo de bodas que encontraron entre los caramelos que uno de sus hijos acopió la pasada noche de Halloween.
La madre del niño, Gillian Lahoda, se percató de la presencia de la joya el sábado por la noche cuando revisaba las chucherías recolectadas por Niko, uno de sus hijos, en un vecindario de St. John’s (Canadá).
Según la progenitora estuvieron pidiendo caramelos durante tres horas en más de 20 casas. Por el momento, la mujer no ha dado detalles sobre la apariencia de la aliaza, para que su legítimo dueño pueda describirla antes de reclamarla. «Me imagino que alguien lo echará en falta», dijo Lahoda a CBC News.
La familia ha colgado varios carteles en las calles del barrio avisando a los vecinos de su descubrimiento, e incluso la escuela donde asiste Niko ha publicado un mensaje en las redes sociales. «Uno de nuestros estudiantes encontró un anillo de bodas en su bolsa de Halloween … le gustaría devolvérselo a su legítimo dueño. ¿Puedes ayudarnos?» , tuiteó la escuela.