Un recorrido fotográfico por unos 50 proyectos de Ferrovial en todo el mundo, que documenta el trabajo de la compañía a lo largo de sus 70 años de historia, muestra «un diálogo entre el mundo del arte y el de las infraestructuras, entre una visión estética y otra científica o tecnológica», según ha indicado la empresa.
Las imágenes captadas por José Manuel Ballester, Premio Nacional de Fotografía 2010, se pueden ver en la exposición ‘Creación en Movimiento. Ferrovial en la mirada de José Manuel Ballester’, comisariada por María de Corral y Lorena Martínez de Corral, hasta el 2 de octubre en Espacio Fundación Telefónica.
El pintor y fotógrafo ha recorrido más de 30.000 kilómetros para retratar proyectos en Australia, Polonia, Francia, Reino Unido, España, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Perú y Chile, aportando su particular visión de pintor y fotógrafo sobre las estructuras, edificios y espacios desarrollados por Ferrovial.
A lo largo de un año, ha fotografiado autopistas en Dallas, Toronto, Toowoomba o Virginia; puentes en Canadá o Eslovaquia; aeropuertos en Londres o Glasgow; túneles bajo el Támesis o Los Andes; y el ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), en Francia; y conjuntos históricos como la Plaza Mayor de Madrid o el Palacio de Cristal del parque del Retiro.
INGENIERÍA Y NATURALEZA
Esta colección de piezas de gran formato, a cuya inauguración acudieron este jueves el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino; el rey Felipe VI; y la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, evidencia los trabajos que ha llevado a cabo la empresa y su labor durante el ciclo completo de la vida de una infraestructura, desde su diseño y construcción hasta su gestión y mantenimiento.
Las imágenes ponen de manifiesto «cómo la ingeniería interviene en la naturaleza para adaptarla a las necesidades del ser humano»; por ejemplo, mediante «distintas formas de obtener energía, mecanismos de movilidad e infraestructuras» que «posibilitan la habitabilidad en las grandes poblaciones, minimizando el impacto medioambiental», según Ferrovial.
A través de las fotografías de Ballester se ve cómo «una imagen de la simetría de un conjunto de pilares o la regularidad de un sistema de cubiertas evocan los meses de cálculo de la estructura y las noches sin dormir de los responsables de la obra para su correcta ejecución», según se lee en el catálogo de la exposición.
«La precisión en el trazado de una autopista, su geometría y la fluidez de su tráfico» -añade–«hacen visible el esfuerzo para el encaje de coste, plazo, seguridad y responsabilidad medioambiental».
EL ESFUERZO QUE HAY DETRÁS DE UNA INFRAESTRUCTURA
El artista ha explicado que en este trabajo para Ferrovial ha procurado «dejar la presencia humana aparte» y «plasmarla a través de sus huellas». «Cuando conduzco por una autopista o cuando abro el grifo, ahora sé que detrás hay todo un despliegue tecnológico y un esfuerzo al servicio del ciudadano», ha afirmado, añadiendo que su voluntad es que esto se conozca y valore.
Por su parte, la escritora Elvira Lindo destaca en el catálogo la «dificultad formidable» que entraña «retratar el espacio y el detalle a un tiempo, la perspectiva de lo inmenso y su meticuloso esqueleto, las extraordinarias trampas a las que los volúmenes someten al ojo humano».
Para el arquitecto Normal Foster, «el acto de construir a lo largo del tiempo y su resultado tangible han de contemplarse como la punta del iceberg», porque es algo que se puede «ver y experimentar», mientras que «lo que queda bajo la superficie es la combinación de diferentes disciplinas, la puesta en común de recursos, colaboraciones y trabajo en equipo».
«Estos son también los valores en los que se apoya toda organización y, en especial, Ferrovial: son el equivalente intelectual de los sólidos cimientos que sustentan una poderosa estructura», ha señalado.
La multinacional Ferrovial, que se creó como empresa familiar en 1952, ha asegurado en su 70 aniversario que sigue manteniendo «el carácter innovador y emprendedor que marcó su nacimiento».