La selección de Argentina ha puesto fin a 28 años de sequía de títulos después de imponerse, con un solitario gol de Ángel Di María, esta madrugada a Brasil en Maracaná (1-0) en la final de la Copa América, un resultado que permite a Leo Messi alzar su primer trofeo como capitán de la albiceleste después de cuatro finales perdidas.
Las decepciones en los partidos definitivos del Mundial de Brasil 2014 y las Copas América 2007, 2015 y 2016 -las dos últimas perdidas ante Chile y en la tanda de penaltis- quedaron atrás y el barcelonista pudo quitarse al fin un peso de encima. «Necesitaba sacarme la espina de poder conseguir algo con la selección, había estado muy cerca muchísimos años. Sabía que algún momento se iba a romper y creo que no hay mejor momento que este», reconoció Messi tras la final.
Los de Lionel Scaloni solo necesitaron un gol de Ángel Di María para conquistar el título; fue en el minuto 22, cuando Rodrigo De Paul puso un genial pase desde su propio campo al extremo del Paris Saint-Germain, que le ganó la espalda al atlético Renan Lodi y definió a la perfección ante la salida de Ederson.
El exmadridista estuvo a punto de volver a sorprender minutos después, en el 28, en una acción que desbarató Marquinhos en el último momento. Messi también probó fortuna un poco más tarde en un disparo desde fuera del área que se marchó rozando el larguero.
Mientras, Brasil fue incapaz de crearle peligro en los primeros 45 minutos a Emiliano Martínez, bien contenida, y tuvo que esperar a la segunda mitad para tener la primera ocasión clara de peligro en un remate de Richarlison que desvió el portero de la albiceleste.
Argentina se echó atrás y la ‘canarinha’ tomó el mando, sobre todo gracias a la entrada de Roberto Firmino por Fred al descanso. Otro de los cambios, Gabriel Barbosa, también examinó a un Emiliano Martínez que tuvo que volar para evitar que el balón se colase en el fondo de las mallas.
Messi y De Paul, en dos mano a mano casi seguidos con Ederson, pudieron sentenciar la contienda cerca del final, pero ya no se escapó el título para los de Scaloni -20 partidos invicto como entrenador, la segunda racha más larga para un seleccionador argentino-, que lograron cortar una racha de seis finales consecutivas perdidas para Argentina (Copa América 2004, 2007, 2015, 2016, Copa Confederaciones 2005 y Mundial 2014).
Con ello, vuelven a alzar el trofeo continental por primera vez desde 1993, que además había sido el último entorchado para Argentina, y por primera vez lo logran en Brasil; así, iguala a Uruguay como máximo ganador de Copa América (15). Por su parte, Brasil corta una serie de cinco victorias consecutivas en finales.