Una cámara captará un ‘time lapse’ de 1.000 años en el desierto de Arizona

Redacción

La Millennium Camera, un proyecto innovador del filósofo experimental Jonathon Keats, está preparada para capturar una imagen en un lapso de tiempo de 1,000 años.

Con sede en Tucson, Arizona, esta cámara combina un diseño simple con profundas implicaciones. Diseñada con un orificio en oro de 24 quilates y una superficie sensible a la luz recubierta con pigmento de rosa rubia, esta cámara tiene como objetivo documentar los cambios a lo largo de todo un milenio.

Este ambicioso esfuerzo no es solo una hazaña de imaginación artística, sino también un testimonio de la curiosidad duradera del espíritu humano y el deseo de conectarse con el futuro.

Millennium Camera: camino incierto pero esperanzador

A pesar del ingenioso diseño de la cámara, su éxito durante un milenio está envuelto en incertidumbre. Keats reconoce los numerosos factores que podrían impedir la supervivencia de la cámara, incluidas las fuerzas naturales y las decisiones humanas.

“Mil años es mucho tiempo y hay muchas razones por las que esto podría no funcionar”, dijo Keats en un comunicado. “Es posible que la cámara ni siquiera exista dentro de un milenio. Hay fuerzas de la naturaleza y decisiones que toma la gente, ya sean administrativas o criminales, que podrían hacer que la cámara no dure”.

Sin embargo, si perdura, la cámara podría brindar una visión única del paisaje en evolución, capturando la permanencia de las características naturales frente a la fugacidad de las estructuras creadas por el hombre.

La ubicación de la cámara, junto a un banco con vista al vecindario Star Pass de Tucson, invita a los visitantes a reflexionar sobre el futuro, combinando el arte con la contemplación.

La visión de Keats se extiende más allá de Arizona. Los planes para instalar cámaras similares en Chongqing, China, el Parque Griffith en Los Ángeles y los Alpes austríacos reflejan una ambición global.

Este proyecto tiene como objetivo iniciar un diálogo mundial sobre el futuro de nuestro planeta, alentando a las personas a contemplar cambios ambientales y sociales a largo plazo.

Keats cree que imaginar futuros potenciales, incluso los sombríos, es crucial para motivar la acción y dar forma a un mundo mejor para las generaciones venideras.

“La mayoría de la gente tiene una perspectiva bastante sombría sobre lo que les espera”, dijo Keats. “Es fácil imaginar que dentro de 1,000 años la gente podría ver una versión de Tucson mucho peor que lo que vemos hoy, pero el hecho de que podamos imaginarlo no es algo malo. En realidad, es algo bueno, porque si podemos Si imaginamos eso, también podremos imaginar qué más podría suceder y, por lo tanto, podría motivarnos a tomar medidas para dar forma a nuestro futuro”, agregó.

Predecir los cambios específicos en el desierto de Arizona debido al cambio climático en los próximos 1,000 años implica considerar varias variables y proyecciones científicas.

Algunas posibilidades incluyen un aumento de las temperaturas promedio, lo que podría intensificar las condiciones áridas y aumentar la frecuencia de olas de calor.

También podrían darse cambios en los patrones de precipitación, lo que afectaría la disponibilidad de agua y la vida silvestre del desierto. Además, se podrían observar alteraciones en la biodiversidad, con la posible extinción de algunas especies y la introducción de otras más adaptadas a las condiciones cambiantes.

Estos cambios tendrían un impacto significativo en los ecosistemas del desierto, así como en la vida humana y las actividades económicas en la región.

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