Científicos han descubierto una masa sustancial de granito escondida en las profundidades de un cráter de la superficie de la Luna, misma que emana lentamente calor.
Esta asombrosa revelación arroja nueva luz sobre la historia geológica de la Luna y ofrece información sobre el antiguo vulcanismo que una vez agitó sus profundidades, según los hallazgos reportados en la revista Nature.
Si bien es posible que la Luna no evoque inmediatamente imágenes de volcanes, tiene una historia que lleva las marcas de erupciones ardientes. Esta nueva masa emisora de calor no es producto de la ciencia ficción, sino más bien una reliquia del turbulento pasado de la Luna. El paisaje lunar, bajo los cráteres Compton y Belkovich en la cara oculta de la Luna, encierra la clave de este extraordinario descubrimiento.
El granito, una roca relativamente rara fuera de la Tierra, tiene un inmenso significado en esta revelación lunar. En nuestro planeta de origen, el granito se forma debajo de la superficie, generalmente debajo de los volcanes, donde el magma fundido se enfría y solidifica.
La formación de granito normalmente requiere la presencia de agua y la intrincada danza de las placas tectónicas. Este intrigante descubrimiento, posible gracias a un esfuerzo de colaboración que utiliza datos de orbitadores lunares chinos y estadounidenses, revela un proceso volcánico nunca antes visto en la Luna.
El doctor Matt Siegler, investigador codirector del Instituto de Ciencias Planetarias, arrojó luz sobre el proceso de descubrimiento de esta anomalía lunar en un comunicado de prensa: “Utilizando un instrumento que observa longitudes de onda de microondas (más largas que las infrarrojas) enviado a la Luna en los orbitadores chinos Chang’E 1 y 2, hemos podido mapear las temperaturas debajo de la superficie”.
“Lo que encontramos fue que uno de estos volcanes sospechosos, conocido como Compton-Belkovich, brillaba absolutamente en longitudes de onda de microondas”, agregó Siegler.
Este resplandor radiante significa que el área está caliente, no necesariamente en la superficie, como indicaría el infrarrojo, sino debajo de ella. La fuente de este calor permanece oculta, acechando dentro de la corteza lunar más profunda. En esencia, Compton-Belkovich, que antes se pensaba que era un volcán, oculta una importante fuente de calor debajo de su superficie.
Los datos revelan una superficie rica en silicio, de aproximadamente 12 millas de ancho, que se cree que es la caldera de este antiguo volcán lunar. Lo realmente notable es que la temperatura dentro de la caldera es 18°F más cálida que la de su entorno. Sin embargo, esta elevada temperatura no se atribuye al magma fundido debajo de la superficie. En cambio, proviene de elementos radiactivos atrapados dentro de las rocas lunares.
Siegler explicó la fuente de este flujo de calor y afirmó: “Interpretamos que este flujo de calor es el resultado de un cuerpo de granito rico en radiogénicos debajo de la caldera”.
Este descubrimiento abre la puerta a la posibilidad de localizar grandes depósitos de granito en ubicaciones lunares inesperadas y, potencialmente, en otras partes del Sistema Solar. La Luna continúa revelando sus secretos, ofreciendo una visión cautivadora del complejo y enigmático mundo más allá del nuestro.