La selección española se despidió este martes del Mundial de Catar en los octavos de final en un cruel desenlace tras una fatídica tanda de penaltis en la que España falló tres lanzamientos, tras un igualado duelo ante Marruecos en el que ‘La Roja’ dominó la posesión, mientras que los africanos llevaron a cabo su plan intenso y rocoso para celebrar sus primeros cuartos de final en una Copa del Mundo.
Los de Luis Enrique fueron dueños del balón en la primera mitad, aunque sin hacer daño a una Marruecos muy bien plantada y superior físicamente y en intensidad. Ambas selecciones pudieron adelantarse, con una España mejorada ya con Morata en el campo -fue suplente- pero el encuentro necesitó de una prórroga, con los africanos algo más entonados, y de los penaltis.
En la tanda, Pablo Sarabia, Carlos Soler y Sergio Busquets erraron sus lanzamientos, en una buena actuación del héroe de la noche Yassine Bono, mientras que los marroquíes solo fallaron uno, en las botas de Benoun. Como ya ocurriera en Rusia 2018, España dice adiós en la primera eliminatoria del Mundial y no logra el ansiado billete a cuartos, algo que se logró en Sudáfrica 2010 por última vez.
El encuentro arrancó con el guion esperado en los primeros minutos de tanteo, con una España dominadora con balón y un combinado marroquí más compacto y contemplativo esperando en bloque medio bajo. Los de Walid Regragui, protegidos con su esquema fuerte y correoso, se desentendieron de la posesión y fiaron sus opciones en el inicio a las transiciones rápidas con sus extremos Hakim Ziyech y Sofiane Boufal.
La primera acción de peligro cayó del lado marroquí, con lanzamiento de falta desde la frontal del lateral Achraf Hakimi que lamió el travesaño. Los pupilos de Luis Enrique solo se acercaron antes del primer cuarto de hora en un balón sin control total del meta Yassine Bono, que sí pudo librarse de la presión de Ferran Torres con tranquilidad y seguridad.
España no terminaba de estar cómoda, desdibujada sin balón y algo desordenada en la presión tras pérdida. Esto lo aprovechó Marruecos para inquietar a la defensa española con un par de centros sin mucho peligro. Sin embargo, España se desperezó pasado el ecuador de la primera mitad con dos ocasiones claras. La primera, estrellando el balón en el larguero con un disparo de Gavi tras ‘apretar’ la salida de Marruecos, pero en fuera de juego.
Y la segunda, con un balón al espacio que Marco Asensio remató al lateral de la red. Los ‘Leones del Atlas’ replicaron con un disparo lejano, pero muy potente, de Mazraoui tras un error de Ferran que atrapó en dos tiempos Unai Simón. Y disfrutaron de un último ‘latigazo’ aprovechando la confianza de un Boufal enchufado que puso un centro con música que Aguerd remató fuera. Máxima igualdad en este primer envite.
MÁXIMA IGUALDAD HASTA UNA DOLOROSA TANDA DE PENALTIS
Después del descanso, continuó la igualdad con una oportunidad para cada selección y algunas imprecisiones en la construcción. Alcanzada la primera hora de juego Luis Enrique intentó agitar el encuentro dando entrada a Álvaro Morata y Carlos Soler. El ariete rojiblanco dio más profundidad a España, que, sin embargo, seguía sin gozar de ocasiones de verdadero peligro, con un par de acercamientos sin remates.
El delantero centro era el protagonista de todas las acciones de ataque ‘pegándose’ con los dos centrales aguerridos de Marruecos. En uno de los forcejeos, Morata se zafó de Saïss pero disparó sin ángulo, cuando se rozaba el minuto 80. Los africanos respondieron con una llegada aislada que no remató de lleno Sabiri, que sustituyó antes a En-Nesyri. Los marroquíes apretaron al final, ya con el descuento ‘ahogando’.
Los noventas minutos se agotaron y dejaron paso a la prórroga. El primer susto fue para España, cuando Marruecos aprovechó la defensa adelantada para filtrar un balón que Sabiri no pudo convertir gracias al esfuerzo de Laporte, aunque la posición del marroquí era dudosa.
Este desajuste despertó a España, con un Morata destacado que estaba volviendo ‘loca’ a la defensa marroquí protagonizando dos ocasiones sin suerte, con una Marruecos más cansada y errática. Aunque la primera mitad de la prórroga terminó con una buena combinación de los africanos que Walid Cheddira no culminó en el área, debido a una gran intervención del imponente Unai Simón. España empujó al final, con una volea de Sarabia al palo como última ocasión antes de los penaltis.
La suerte no estuvo del lado español, que completó una muy mala tanda de penaltis, con hasta tres fallos de Sarabia, Soler y Busquets en lanzamientos pocos convincentes. Marruecos siempre tuvo claro su plan, con una España algo perdida y sin encontrar los espacios necesarios en la rocosa defensa africana, para decir adiós antes de los esperado.