La mujer acusada de prender fuego en septiembre del año pasado a su vivienda en Granada capital mientras su hija estaba durmiendo en una de las habitaciones ha reconocido este lunes los hechos ante la Audiencia de Granada, mostrando su arrepentimiento y atribuyendo lo ocurrido a que no se encontraba bien mentalmente en ese momento.
Tras su confesión ha aceptado una condena de cinco años de cárcel frente a los 14 años que inicialmente pedía la Fiscalía para ella, después de que las partes hayan llegado a un acuerdo que ha evitado que el juicio llegue a celebrarse.
La Fiscalía solicitó inicialmente 14 años de prisión para la acusada por un delito de incendio con peligro para la vida al entender que, sobre las 8,10 horas del 24 de septiembre de 2020, provocó seis fuegos «distribuidos estratégicamente» por la vivienda, de modo que la menor «quedó sin salida y con grave riesgo» para su vida, según consta en el escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso Europa Press.
En un principio el fiscal consideró que también «concurrió un grave peligro de propagación en el edificio con riesgo para la integridad del resto de vecinos» del bloque, que tiene 56 viviendas distribuidas en siete plantas.
La niña, de unos 10 años, fue rescatada de la casa por los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que se desplazaron allí a raíz del incendio, dado que fueron los primeros en llegar. Este lunes habían sido citados a declarar junto a otros testigos, si bien el juicio no ha llegado a celebrarse pues las partes han llegado a un acuerdo por el que la acusada, identificada como Z.B., será condenada a cinco años de prisión por un delito de incendio después de que la Fiscalía haya valorado las circunstancias personales en las que cometió los hechos y concluyendo que no hubo un peligro tan excesivo como se evaluó en un principio. Por todo ello, se impondrá la pena mínima prevista en estos casos.
En la Sección Segunda de la Audiencia de Granada también había sido citada la hija de la acusada, que ha acudido con su progenitor y no ha declarado, aunque ha coincidido con su madre cuando ésta salía de la sala de vistas visiblemente nerviosa y afectada.