Una marcha multitudinaria ha recorrido este sábado A Coruña en «repulsa» del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) planteado por Repsol para la refinería, que afectaría al 31% de la plantilla, 212 empleados; y para demandar «inversiones» que garanticen su «un futuro estable» para la misma.
La marcha ha partido sobre las 12,00 horas de la plaza Palloza, tras lo que ha discurrido por las calles de la ciudad herculina bajo lemas como ‘No al ERTE en Repsol’ y ‘Queremos más inversiones en la refinería’ hasta concluir en la plaza de María Pita, donde se ha leído un manifiesto.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz del comité de empresa, Jacobo Naya, ha valorado la afluencia registrada en la marcha, que ha estimado que congregó a «entre 700 y 800 personas» y ha remarcado que en todo momento se mantuvieron las medidas de seguridad sanitaria.
Además, ha explicado que a finales de la próxima semana concluirá el plazo legal de 15 días establecido para la mesa negociadora y ha resaltado que la representación de los trabajadores presenta «una oposición frontal al ERTE», que estima que podría afectar a unos 3.500 empleos directos e indirectos. Además, la empresa también ha planteado realizar un ERTE en Puertollano (Ciudad Real) que afectaría al 60% de la plantilla.
Mediante el manifiesto leído tras la manifestación, el comité de empresa de la refinería de A Coruña ha mostrado su «rechazo y repulsa» al expediente «totalmente injustificado» que plantea la empresa y que ha tachado de «estafa». Así, ha defendido que «el mantenimiento de un tejido industrial sano y generador de empleo» representa «la base para que la comarca pueda avanzar y crecer económicamente».
No obstante, ha advertido de que la medida que busca aplicar la empresa augura «el principio del fin de las instalaciones de la refinería». Por ello, la representación de los trabajadores ha demandado «inversiones que garanticen una transición energética justa» y un «futuro estable» para el complejo industrial.
Asimismo, ha alertado de que el ERTE afectaría a unos 3.500 trabajadores y sus familias, por lo que ha garantizado que el comité de empresa «luchará» para evitar este «atropello».