Una mirada cruda y reveladora a través de la novela de Análida Ospina, ‘Cuando no tomaba Prozac, la noche de las velitas’. Explorando la oscura realidad del narcotráfico en Colombia.

Remitido

Un ejemplo visible del talento literario que existe hoy en día es Análida Ospina, quien formó parte de la escuela de escritura creativa Ray Bolívar, una institución innovadora que brinda formación y mentoría a autores nuevos. Gracias al talento de la autora y al servicio de publicación en la plataforma Amazon que ofrece la escuela, la escritora de origen colombiano presentará su novela histórica titulada Cuando no tomaba Prozac – La noche de las velitas. «Mi novela es la historia del narcotráfico contada por los vecinos del barrio que se convirtieron en actores de un conflicto indeseado» explica la autora.

¿De dónde nace la idea de Cuando no tomaba Prozac – La noche de las velitas?

«La idea de esta novela estuvo rondando en mi cabeza desde siempre. Soy abogada, y por el ejercicio de mi profesión, tuve la oportunidad de vivir a través de las voces de los implicados, las situaciones que narro en la novela. Hubo una que fue especialmente desgarradora. No la mencionaré aquí. Sin embargo, a partir de ese momento empecé a pensar en escribir Cuando no tomaba Prozac – La noche de las velitas.»

¿Cuáles fueron los motivos que te llevaron a escribir una novela histórica ambientada en una de las épocas más complejas que vivió Colombia?

«El motivo principal es contar cómo el narcotráfico y la violencia que vivimos en Colombia a finales de la década de los ochenta y principios de los noventa afectó al vecino de la cuadra, al ciudadano de a pie. Si te fijas, la mayoría de las historias se narran desde el punto de vista del capo o de la autoridad que lo persigue, pero se olvidan de la gente común que quedó indefensa en medio de esa guerra. Mi novela cuenta la historia de esa gente.»

La historia de Laura está llena de sucesos complejos. ¿Fue difícil el proceso de construcción de este personaje?

«Laura fue evolucionando con la historia. En realidad, no fue difícil porque el personaje cobró vida propia. Me sorprendió cómo logró compartimentar sus sentimientos metiéndolos en una caja metafórica, en un estante en el fondo de su mente para olvidarlos o recuperarlos a conveniencia. Fue su mecanismo de defensa para seguir adelante con su vida. Laura es una sobreviviente en todos los sentidos.»

¿Qué diferencias en el estilo identificas entre tus primeros relatos con respecto a tu última novela?

«La diferencia es considerable, se nota la formación que he tenido estos últimos años. Si bien es cierto que en otra época escritores como Charles Dickens, William Faulkner o José Saramago por mencionar solo algunos, fueron autodidactas, ahora es muy difícil destacar en el medio editorial sin haberte formado en escritura creativa. Lo que sí puedo decir es que trabajo con un estilo muy cercano a la gente porque lo que me interesa es mimetizar la vida a partir del Realismo.»

¿Quién es tu escritor o escritora favorita y qué influencia tuvo su obra en tu carrera literaria?

«Tengo varios escritores favoritos, son tantos que si me pongo a enumerarlos estoy segura de que olvidaré alguno.

Entre los autores colombianos cabe mencionar, por supuesto, a nuestro premio Nobel Gabriel García Márquez, pero también están Tomás Carrasquilla, Eduardo Caballero Calderón, Manuel Mejía Vallejo, Luis Miguel Rivas, Santiago Gamboa, William Ospina y Mario Mendoza. Se quedan muchos entre el tintero.

Y en cuanto a los escritores extranjeros, la lista es infinita. Empezando por los clásicos como Homero, Esopo y Suetonio, pasando por Dante, Goethe, Dickens, Dostoyevski y Kafka, hasta llegar a Benedetti, Almudena Grandes, Javier Marías, Isabel Allende, Sándor Márai, Henry Miller, Truman Capote, J.M. Coetzee, Elena Ferrante, Emmanuel Carrère y Mario Vargas Llosa. La lista no es exhaustiva, dejo a muchos fuera.

Todos de algún modo han influido en mi carrera literaria, pero he de reconocer que en mi novela Cuando no tomaba Prozac – La noche de las velitas los escritores colombianos han tenido mayor influencia, sobre todo Luis Miguel Rivas».

¿Cómo prevés la recepción por parte del público?

«Soy muy optimista porque en las redes sociales ya me han manifestado que tienen muchas ganas de leer mi novela. He ido presentando a los personajes. Puedo afirmar que Laura tiene seguidores así que confío en que su historia será muy bien recibida por mis lectores.

Espero que al leer Cuando no tomaba Prozac – La noche de las velitas, mis lectores empaticen con la situación tan difícil por la que atravesaron millones de colombianos pero sobre todo que tengan la posibilidad de apreciar la otra cara de la realidad que aún no ha sido contada. Ese es mi cometido.»

La novela histórica Cuando no tomaba Prozac La noche de las velitas promete tener una muy buena recepción por parte de los lectores, algunos de los cuales esperan impacientes el lanzamiento de esta obra de Análida Ospina el próximo 20 de abril. Será posible adquirirla a través de la plataforma Amazon. 

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