La historia entre Mary Turner Thomson y Will Jordan comenzó en el año 2000, en Reino Unido, cuando ambos tenían 35 años. Ella era una madre soltera con una hija de un año que estaba recuperándose de una relación fallida, y pensó haber encontrado una nueva oportunidad en Will, un hombre estadounidense.
Motivada por el hecho de querer una figura paterna para su pequeña, Turner y Jordan se casaron en 2002, entonces Jordan le aseguró que se había curado de su infertilidad y tuvieron dos hijos más: Eilidh y Zach.
El marido le aseguraba que trabajaba en el área de informática de la CIA, cosa que no era verdad, tal y como relata Turner en su libro “El Psicópata”, que recoge estos acontecimientos.
Jordan se ausentaba durante largas temporadas utilizando su supuesto puesto de trabajo en la Agencia de Inteligencia como la excusa perfecta, aunque en realidad visitaba a su otra familia. “Suena descabellado pero me dio pruebas, incluidos los cheques de pago”, dijo Turner.
Tras cuatro años de matrimonio la felicidad de Turner se vio interrumpida por la llamada de una mujer, quien se presentó como la esposa de Jordan y le aseguró que tenía cinco hijos con él.
No conforme con saber que su marido tenía otra familia, Turner también descubrió que Will la había estafado financieramente al falsificar su nombre en tarjetas de crédito, lo que permitió acumular una deuda de 78 mil dólares.
“Me había estado diciendo mentiras descaradas. No solo tenía al menos seis hijos cuando lo conocí en el año 2000, sino que su mujer y la niñera estaban embarazadas de él”, mencionó la escritora.
Hasta ese momento Turner descubrió que en realidad su esposo era un delincuente sexual condenado, que tenía cinco prometidas, dos esposas (incluida ella) y 13 hijos.