La icónica Madonna eligió este jueves la bulliciosa y caótica Times Square de Nueva York para presentar su última dosis de arte, un esperado documental que gira en torno a los alabados conciertos que ofreció en Lisboa a principios de 2020 durante el tour de su último disco, «Madame X», y en el que también se cuelan imágenes de vivencias íntimas.
La «reina del pop», dedicada al mundo de la música durante más de cuatro décadas, pisó la alfombra roja del lujoso hotel Edition de Nueva York, ciudad en la que nació su vertiginosa carrera, acompañada por su hijo, David Banda, y vestida, cómo no, con unos tacones de vértigo y unas medias negras de rejilla.