La Fritillaria Delavayi, una planta utilizada en la medicina tradicional china, ha evolucionado hasta conseguir hacerse menos visible al ojo humano, tal y como ha concluido un estudio llevado a cabo por científicos asiáticos del Instituto de Botánica de Kunming (Academia de Ciencias de China) y la Universidad de Exeter.
La planta, originaria de las montañas Hengduan (China), ha cambiado de color hasta asemejarse al de las rocas entre las que crece. Según la investigación, los humanos están «impulsando» este cambio ya que las plantas mejor camufladas tienen una mayor probabilidad de supervivencia.
«Es notable ver cómo los humanos pueden tener un impacto tan directo y dramático en la coloración de los organismos silvestres, no solo en su supervivencia sino en su propia evolución», aseguró Martin Stevens, profesor del Centro de Ecología y Conservación en el campus Penryn de Exeter, informa Eureka Alert. «Es posible que los humanos hayan impulsado la evolución de estrategias defensivas en otras especies de plantas, pero sorprendentemente poca investigación ha examinado esto», continuó.