Iñaki Urdangarín se ha convertido en el personaje de moda después de que la revista ‘Lecturas’ publicara la semana pasada unas fotos suyas caminado de la mano de Ainhoa Armentia, una compañera del despacho de abogados en el que trabajan juntos.
El lunes, después de 24 años de matrimonio y 4 hijos en común, los ex duques de Palma confirmaban decidieron emprender caminos separados y enviando un breve comunicado conjunto en el que anunciaban la «interrupción de su relación matrimonial», subrayaban su «compromiso intacto con sus hijos» y pedían «respeto» para sus familiares al tratarse de una noticia del ámbito estrictamente privado .
Un eufemismo con el que Doña Cristina y Urdangarín dan por finalizado su matrimonio, y con el que han evitado pronunciar las palabras separación y divorcio, que se supone que podrían ser los siguientes pasos a dar por la ya expareja.
Mientras la hermana de Felipe VI permanece en paradero ‘desconocido’ – unos apuntan a que podría estar en Ginebra tras haber pasado unos días en Madrid con la Reina Sofía, pero otros aseguran que podría encontrarse en Abu Dabi con el Rey Juan Carlos – y no hay ninguna imagen suya desde que se publicaron las imágenes de Iñaki con Ainhoa Armentia, el vitoriano continúa con su vida, intentando dar normalidad a este complicado trance.
Si ayer, horas después de anunciar su separación, veíamos a Urdangarín abandonando su puesto de trabajo asegurando que «ya está todo dicho» con el comunicado que enviaban poco antes, este martes el ya exmarido de la Infanta Cristina ha seguido en la misma línea, reiterando que no tiene «nada más que decir» a lo ya dicho, y pidiendo «respeto» en estos delicados momentos.
Agradeciendo el respeto de la prensa, Iñaki ha preferido no responder a las preguntas relacionadas con Ainhoa – cómo se encuentra ella en medio de está vorágine mediática o si va a iniciar una relación sentimental con ella – pero sí ha explicado cómo se encuentran sus hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, después de su separación: «Todos muy bien».