Vetusta Morla ha puesto fin a su gira ‘Cable a tierra’ con el primero de los dos conciertos que se celebran en el WiZink Center de Madrid, que ha reunido sobre el escenario a numerosos colaboradores de la banda así como a miles de seguidores que han agotado las entradas tanto en este como en el segundo concierto que tendrá lugar este 1 de diciembre.
La banda madrileña confirma así que su idilio con el público y el éxito siguen intactos y en constante evolución, abonados al sobresaliente después de dos años de gira por festivales, recintos y grandes estadios del país. El concierto de esta lluviosa noche en Madrid marca el inicio de un merecido descanso de una formación que, con casi 30 años de trayectoria a sus espaldas, ya ocupan un sitio en la historia musical de este país.
El sexteto liderado por Juan Pedro Martín, Pucho, ha deleitado con dos horas de concierto a sus fans, que habrán sabido a poco para la inmensa mayoría, con letras conmovedoras y un imponente espectáculo sonoro y visual (flanqueado el escenario de dos pantallas que ayudaban a no perder detalle, así como otra por encima del escenario) lo que demuestra que todo este conjunto puede coexistir en armonía cuando se habla de este grupo de rock indie.
Celebraban además Vetusta Morla su nominación a los Premios Goya, dados a conocer este jueves, por la canción ‘El amor de Andrea’, junto a la artista Valeria Castro, en la categoría de ‘Mejor canción original’, con la que ponen banda sonora y crean el tema principal de la película homónima del cineasta Manuel Martín Cuenca.
Los dos conciertos de Madrid han vuelto a contar con la presencia de los gallegos Aliboria y la formación palentina El Naán, quienes ya fueron invitados a los conciertos de Vetusta Morla en el Teatro Real de Madrid y en Rivas-Vaciamadrid en 2021. En aquella ocasión, los palentinos interpretaron su tema ‘Panaderas de pan duro’, fusionada con la canción ‘Finisterre’ de Vetusta, en la que retumbaban los puños en una mesa de madera a ritmo de jota.
EL REENCUENTRO DE LA ORQUESTA CELTIBÉRICA
Todos han vuelto a subirse al escenario esta noche para volver a deleitar al público que ha bailado como nunca al son de esta particular ‘orquesta celtibérica’, como se autodenominan, con constantes guiños a la música tradicional y la tradición oral. No han sido las únicas ‘repeticiones’ de este fin de gira ya que Vetusta Morla también ha vuelto a reunir la banda con la que se hicieron los conciertos de presentación y el Metropolitano de Madrid, en junio de 2022.
Al igual que en ese concierto, ‘Puñalada trapera’ ha vuelto a ser el tema elegido para dar inicio a un repertorio al que han seguido ‘La Virgen de la Humanidad’ y ‘El imperio del Sol’, con el público totalmente entregado, que enloquecía con ‘El hombre del saco’, ‘Golpe maestro’, ‘Corazón de lava’ y esa delicia que es ‘Maldita Dulzura’. Tomaba la palabra Pucho, poco hablador en este concierto, en el que daba las «gracias por este maravilloso reencuentro».
Lejos queda ya aquel primer álbum, ‘Un día en el mundo’, editado en 2008, al que seguiría ‘Mapas’ en 2011, ‘La deriva’ (2014), ‘Mismo sitio, distinto lugar’ (2017) y ‘Cable a tierra’ (2021) cuando se escuchan los acordes de las ‘Panaderas de Pan Duro’, el canto de labor entonado por El Naán desde Tabanera de Cerrato (Palencia), el ‘Caminho do Alem’ de Aliboria o esa ‘Tarara’ a capela que ya forma parte del repertorio.
No han sido las únicas colaboraciones de una noche en la que el escenario se quedaba pequeño para dar cabida a tanto talento, y en el que también estaba Rodrigo Cuevas entonando con Pucho ‘Finisterre’.
Tampoco podían faltar a la cita canciones imprescindibles como la irresistible ‘Fuego’, la coreadísima ‘Copenhague’, las bellas ’23 de junio’ y ‘Consejo de Sabios’ o las bailadísimas ‘La cuadratura del círculo’ o ‘Rey sol’, a las que se unían a ‘El final de la escapada’, ‘No seré yo’, ‘Palabra es lo único que tengo’ o ‘Te lo digo a ti’, mientras se intercalaban cada cuanto, como si de los actos de una obra se tratara, los versos de Carlos y Héctor (El Naán).
BAILANDO HASTA EL APAGÓN
Llegaba a la recta final ‘Sálvese quien pueda’ y ‘Valiente’ que, en un momento dado, recreaba el apagón que se vivió al inicio del concierto del Metropolitano, donde un fallo de sonido de cuatro minutos hizo enmudecer a sus seguidores. En aquella ocasión, el público siguió cantando y, superada la incidencia, el concierto siguió sin sobresaltos. Aquella anécdota, que dio origen al documental ‘Bailando Hasta el Apagón’, se ha vuelto a recrear esta noche donde el público del WiZink Center ha recogido el guante y ha seguido cantando.
La ‘Muiñeira de Ons’ de Aliboria ha salpicado a una peculiar ‘Saharabbey’ tras la cual Pucho se disculpaba por «no haber preguntado al público en toda la noche». «Y esto se acaba ya, de lo rápido que ha ido», bromeaba. «Gracias por esta noche, este día y no otro, recordemos las cosas importantes. Ha sido un equipazo increíble, hemos descubierto a unos currantes y gente maravillosa a la que damos las gracias antes de empezar, llevan dos años dejándose la piel», ha ensalzado.
Culminaba el concierto con ‘Si te quiebras’, ‘Cuarteles de invierno’ y ‘Los días raros’. «Sólo tenemos palabras de agradecimiento, gracias por coger el tren de Vetusta Morla da igual cuándo», aseguraba Pucho en su despedida. Algunos afortunados podrán volver a disfrutar de la banda madrileña este viernes, de nuevo en el WiZink Center.