El vocal conservador Vicente Guilarte asumirá a partir de este jueves la presidencia interina del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), al tratarse de su miembro de mayor edad después de que el actual mandatario en funciones, el progresista Rafael Mozo, se haya jubilado este miércoles.
Abogado, catedrático de derecho civil en la Universidad de Valladolid y letrado-director de la Asesoría Jurídica del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles, Guilarte entró al CGPJ por el turno reservado para los juristas a propuesta del PP en el Senado.
Fuentes del órgano de gobierno de los jueces precisan a Europa Press que ha renunciado a sus trabajos como abogado y profesor para dedicarse de forma exclusiva a esta tarea, lo que zanja el debate sucesorio que se había abierto en el seno del Consejo.
Desde que los vocales decidieron situar a Mozo como presidente interino del CGPJ tras la dimisión de Carlos Lesmes, por ser entonces el vocal de mayor edad, estaba claro que Guilarte era el siguiente en la lista sucesoria, por tratarse del segundo más antiguo.
Sin embargo, las fuentes consultadas apuntaban que el principal escollo para que Guilarte asumiera la presidencia interina era la «dedicación exclusiva» que exige el cargo, ya que hasta ahora venía ejerciendo también como abogado y profesor.
Algunas voces plantearon incluso la posibilidad de buscar fórmulas para que Guilarte pudiera compatibilizar todas sus responsabilidades. Entonces, seis vocales –tanto del ala progresista como conservadora– sometieron un escrito al Pleno celebrado este miércoles, precisamente, para fijar que la «dedicación exclusiva» de quien capitanea el CGPJ está fuera de toda duda.
Los seis firmantes se apoyaron en la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) por la que se rige el actual CGPJ, conforme a la cual los vocales que integran la Comisión Permanente «desempeñarán su cargo con carácter exclusivo». Los vocales ponían de relieve que «entre las atribuciones del presidente está la de convocar y presidir las sesiones de la Comisión Permanente».
NUEVO PLENO
Las citadas fuentes señalan que Guilarte se ha avenido a la propuesta de estos seis vocales. Tras ello, el Pleno «ha acordado unánimemente, y sin necesidad de votación, que el cargo debe ejercerse de manera exclusiva», ha detallado el Consejo en un comunicado.
Con ello, Guilarte ha quedado entronizado como nuevo jefe en funciones del CGPJ, aunque técnicamente, no lo será hasta el 20 de julio porque Mozo, que cumple hoy 72 años, la edad a la que se jubilan forzosamente los jueces y magistrados, permanecerá en el cargo hasta las 23.59 horas de este 19 de julio.
El próximo 25 de julio se celebrará un Pleno extraordinario, ya con Guilarte a la cabeza, «para abordar la situación del CGPJ en la nueva etapa». Las fuentes apuntan que se analizarán aspectos organizativos, entre los que podría contarse una reorganización de la Comisión Permanente, órgano ejecutivo del CGPJ.
UNA MINORÍA MENGUANTE
La baja de Mozo es la quinta de un CGPJ que comenzó su andadura el 4 de diciembre 2013 y debía haberse renovado cinco años después, pero está a punto de llevar el mismo tiempo con el mandato vigente que caducado por la falta de acuerdo político entre PSOE y PP para nombrar nuevos vocales.
Así, el CGPJ ha pasado de tener 20 vocales más el presidente a tan solo 16 vocales, entre ellos el mandatario interino. En estos años, el Consejo ha sufrido la jubilación de Rafael Fernández Valverde, el fallecimiento de Victoria Cinto y las dimisiones de Concepción Sáez y Lesmes. La salida voluntaria de éste el pasado 9 de octubre, con el frustrado objetivo de animar al acuerdo político, fue la que propició el ascenso de Mozo.
Cabe recordar que la renuncia de Lesmes dio lugar a una situación de bicefalia en el Poder Judicial que aún continua. Los vocales se negaron a aceptar al hasta ese momento vicepresidente interino del Supremo, Francisco Marín Castán, como nuevo jefe en funciones de ambas casas y acordaron promocionar a Mozo como presidente suplente del CGPJ. Guilarte se convertirá, por tanto, en su tercer presidente, el segundo interino.
Esta nueva jubilación deja a la minoría progresista aún más reducida, con 6 vocales frente a los 10 del sector conservador, que además recuperan la Presidencia del Consejo, aumentando con ello su poder sobre el órgano de gobierno de los jueces.