El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, cree que a Luis Rubiales le faltó «autocontrol» tras la final del Mundial Femenino, pero, sin querer «justificar nada», también admitió su comprensión con que le pasase eso tras conseguir un «éxito» de tanta importancia.
«Me di cuenta de todo, no son situaciones agradables, faltó un autocontrol del ser humano presidente, pero a mí también me ha pasado. En la final del Mundial de 2010 me fui al cuarto de baño y pegué unos gritos. Nos pagan por gestionar muchas cosas en la RFEF y una es saber estar en los sitios y para eso hay que viajar muchísimo con un gran sacrificio personal y familiar», aseguró Villar en una entrevista en ‘El Larguero’ de la cadena SER.
El exdirigente ha seguido «todo» lo que está sucediendo desde el pasado 20 de agosto y lamentó que «por desgracia, no se ha hablado de un éxito extraordinario lo que se tenía que haber hablado». «Hay que felicitar a todas las personas involucradas y a la RFEF, cuyo trabajo con el fútbol femenino viene de lejos y con muchísima gente», resaltó.
Para Villar, Rubiales no tuvo «una actitud correcta» en el palco cuando se agarró sus genitales al lado de SM la Reina Letizia y SAR la Infanta Sofía. «Y el beso no me gustó. No quiero justificar nada, pero, puedo comprender que pierdes el control cuando tienes ese éxito», advirtió, considerando «otra equivocación» la forma de proceder del ya expresidente federativo como el «intentar convencer a la futbolista». «Y le eché mucha culpa a los asesores. Pensamos que por ser presidentes lo sabemos todo y hay que hacerles caso», declaró.
Villar piensa que, «puede ser», que la RFEF «no haya estado acertado en algún comunicado» con una jugadora como Jenni Hermoso que «lo ha entregado todo en el campo», y recordó que las internacionales de otros países también han demandado mejoras. «Lo que piden las jugadoras, que no lo conozco en profundidad, son condiciones normales que si la RFEF se hubiese dado cuenta no habría tenido problema», remarcó.
El expresidente de la RFEF durante casi tres décadas «no» ha hablado con Luis Rubiales, al que estaría «dispuesto a ayudar» porque ha sufrido «algo similar». «A mí me abandonaron un montón de personas. Lo peor que le ha podido pasar es la denuncia de los presidentes de las Territoriales que en dos días cambian de criterio cuando la jugadora le denuncia ante la Fiscalía y el comunicado de los jugadores le ha tenido que doler muchísimo», aseguró el vasco, que también admitió que se había «extralimitado la información» de lo sucedido porque «se proyectó a todos los medios del mundo» y que pidió ahora «dejar que actúe la juez».
«A Rubiales le conozco porque le tuve cinco años en mi Junta Directiva, pero no es cierto que fuese mi ‘delfín’. Me vino a hablar en mi último mandato para decirme si iba a seguir, le dije que no y me dijo que cómo le veía de presidente y le dije que tenía cualidades, pero que tenía de nacer del movimiento federativo», relató.
Finalmente, Villar recalcó que el sistema que rige actualmente las federaciones es «el mejor» y que no se debe cambiar. «Yo fui el que incluí a todas las Territoriales porque ¿quién lleva el fútbol a todos los rincones de España? ¿Quién hace posible que haya un millón de partidos?», preguntó antes de citar las cualidades para ser presidente de la RFEF: «Querer y conocer a este deporte, sacrificio personal y familiar, ser humilde, conciliador, aguantar la crítica feroz que a veces es injuria e insulto, y aguantar las querellas criminales».
«Voy a dar una primicia, me ha llamado muchísima gente del fútbol para que vuelva a presentarme a la presidencia de la RFEF», sentenció Ángel María Villar, sin desvelar si tenía pensada la posibilidad de acudir a unas futuras elecciones.