Yoly Saa prepara su «descarga emocional» en el Benidorm Fest

Redacción

«Que me hiciste llorar un mar, a mí no se me olvida». Con esta frase arranca el final de ‘No se me olvida’, la canción de Yoly Saa para el Benidorm Fest, en la que «descarga emociones» como la rabia, que ve «lícito» mostrar «dentro de unos límites». «Hay una idea ahora de que hay que gestionarse, y respirar y pasar página, pero coño, gestionarse también es sacar la rabia afuera».

Con el «mantra» de ‘No se me olvida’, que se repite más de una decena de veces al final de la canción, Yoly Saa explica en una entrevista a Europa Press que su tema también le sirve para recordarse a sí misma los «sitios en los que no» debe volver a caer, y también se reconoce como una persona «intensa».

«Al final entramos en sitios que no nos vienen demasiado bien, porque las heridas de vida a lo mejor son incompatibles con la persona que tienes enfrente, y muchas veces, no intencionadamente, nos metemos en berenjenales a nivel emocional», ha explicado.

Para Saa, que viene de los boleros y la canción de autor, la emoción viene de serie: «Yo casi siempre escribo sobre cosas personales, porque quizás es lo que más me motiva o necesito descargar ciertas emociones, y están ahí plasmadas en canciones». «Cuando eres una persona muy emocional y escuchas este tipo de música, es inevitable que salgan letras así», subraya.

«Me quisiste llevar a volar y acabé de rodillas. Lo llevo en la memoria ya, me se cómo termina. Me dejaste en la oscuridad, ni una luz encendida. Aunque ya no te busque más, sé que sigo perdida. Ignoramos un centenar de señales fallidas, tú querías quererme más, pero no te salía. Al final te olvidaste de que yo sí te quería, que me hiciste llorar un mar, a mi no se me olvida», es el estribillo de la canción.

Preguntada sobre si considera que es difícil encajar este tipo de emociones en los tres minutos de las canciones del Benidorm Fest y el formato «festivalero»: «Sabía que era una cosa arriesgada, que a priori no es lo que abunda o lo que se espera, pero yo tampoco puedo negarme a mí misma».

«Son canciones en tres minutos, en las que no quieres decir ni que odies a la persona que tenías enfrente, ni que pienses que esa persona sea la peor del mundo o un monstruo. Simplemente, a veces estamos en unos estados que, a mí concretamente, me favorecen para escribir, como cuando estoy triste o cuando estoy rabiosa, igual que cuando estoy supercontenta. Es como si las palabras se me cayesen de la boca», ha explicado.

«SI ME APETECE CABREARME, A LO MEJOR ME CABREO»

Hablar desde la «rabia», en la mayoría de las occasiones, encuentra rechazo por parte de la sociedad. «Creo que la rabia es algo que está guay sacar fuera también, y yo intento hacerlo, la verdad. Al final, es algoque consume», ha señalado.

«Hay gente que dice ‘Ay, mira cómo reacciona’, pero es que si a lo mejor te han jodido, o te han hecho algo que te duele, es lícito que muestres esa rabia o ese enfado, siempre dentro de unos límites y unos términos, evidentemente», ha agregado.

También ha criticado que se responsabilice únicamente de la reacción a quien recibe críticas o insultos: «Pues si te están llamando gilipollas, te están llamando gilipollas, quiero decir, a lo mejor no me voy a poner a respirar. Si me apetece cabrearme, a lo mejor me cabreo».

GUITARRAS Y PERCUSIÓN

De ‘No se me olvida’ destaca la base de la canción, compuesta por múltiples líneas de guitarra y percusiones africanas, canarias y japonesas en la que ha colaborado con Ale Acosta, de Fuel Fandango, y Khotton Palm.

Sobre Palm –el pseudónimo del productor eldense Emilio Maestre–, explica: «Le llamé porque él tiene una delicadeza especial en cuanto al tratamiento, sobre todo, de las guitarras. Entonces, hicimos una cosa muy peculiar, que yo no suelo hacer mucho componiendo, que es que yo cogí la guitarra, hice una armonía, se la devolví. Él la cogió, por encima hizo otra cosa, yo la recogí otra vez y hice una cosa por encima de esas dos cosas, y así hasta tres o cuatro veces». Así, la canción acaba con una guitarra grabada en diferentes momentos, en la que hay tres o cuatro líneas diferentes».

Para la percusión «buscaba una cosa más épica de percusión, pero más orgánica, no tan electrónica, o mezclar esas dos cosas». Para ello, contactó con Acosta: «Hay percusiones africanas, canarias, japonesas, es un ‘mix’ de un montón de elementos que hacen que la canción sea lo que es».

FOLKLORE GALLEGO

Y pese a todo esta mezcla, la canción acaba teniendo también reminiscencias gallegas, el lugar de procedencia de Yoly Saa. De hecho, explica que la canción incluye voces secundarias influenciadas por el folklore gallego.

Preguntada sobre si pensó en incluir el gallego en la canción
–que compuso en castellano– Saa explica que sí pensó en traducir una estrofa al gallego, pero «no quería que fuese un pegote». «Habrá un momento en mi carrera en que yo haga canciones en gallego, es algo que va a pasar, pero hacerlo de manera apresurada porque sí, no», ha añadido. «La canción fluyó muy bien, no hubo que forzar nada. Hubo momentos en que me lo planteé, pero creo que no tenía mucho sentido, estas cosas no se fuerzan, vienen o no vienen», ha señalado.

Saa es la segunda gallega que participa en el Benidorm Fest, tras Tanxugueiras, que en la primera edición del festival arrasaron en el televoto pero no fueron a Eurovisión al preferir el jurado a Chanel. «Ellas llevaban una cosa diferente, y para el resto de España de repente, escuchar el folklore gallego así, mezclado con la electrónica, con algo más moderno, fue una primera impresión que creo que impactó mucho».

«Yo soy Yoly Saa, no pretendo competir con Tanxugueiras porque yo creo que hacen una cosa muy diferente a mí, y es increíble lo que hacen, mi papel es una cosa un poco diferente», ha explicado. Y añade: «Me he propuesto que veáis que Yoly es una artista versátil y que no solo es esta chica introvertida que se esconde detrás de la guitarra».

¿Y Eurovisión? «Yo siempre digo que en esta vida es mejor estar sorprendida que decepcionada. Entonces, es verdad que intento no colocarme en algunos sitios que sé que me van a poner muy nerviosa. Creo que ahora es momento de pensar en hacerlo lo mejor posible en Benidorm y ya veremos qué pasa según decida el público», manifiesta.

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