El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha acusado este jueves a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de utilizar como estrategia militar la tregua anunciada por el Kremlin con motivo de la Navidad ortodoxa.
«Aquellos que continuaron el terror contra nuestro país y enviaron a toda esa gente suya al matadero, rechazando nuestras ofertas para detener la agresión rusa, ciertamente no valoran la vida y definitivamente no buscan la paz», ha declarado Zelenski durante su mensaje vespertino dirigido a los ucranianos.
«Ahora quieren utilizar la Navidad como tapadera para detener, al menos brevemente, el avance de nuestros hombres en el Donbás y acercar equipos, municiones y hombres movilizados a nuestras posiciones», ha recriminado.
En este sentido, el mandatario ucraniano ha señalado que «todo el mundo sabe cómo el Kremlin aprovecha los descansos de la guerra para continuar con renovado ímpetu».
Así, ha reiterado que la guerra terminará cuando sus soldados abandonen el país o cuando las tropas ucranianas «les echen», ya que «la gente es torturada, electrocutada, violada (…) cada día mientras sus soldados están en suelo (ucraniano)».
Zelenski «ha querido recordar a los ciudadanos rusos» que las propuestas de paz ucranianas «parece» que «no han sido escuchadas por los dirigentes de su país».
En esta línea, ha destacado que el 15 de noviembre –cuando el número de soldados rusos muertos era de 82.000 muertos–, Kiev propuso la retirada de las tropas del territorio ucraniano, como «medida garantizada y fiable de cesar el fuego, las bajas y la guerra».
Posteriormente, el 12 de diciembre, Zelenski envió una fórmula de paz a Putin para retirar las tropas el día de Navidad: «Ya ese día, el número de soldados rusos muertos era de casi 95.000», ha subrayado, al tiempo que ha confirmado que a día de hoy casi 110.000 militares de las tropas rusas han fallecido en la guerra.
Tras ello, el dirigente ucraniano ha asegurado que «Rusia no podrá ocultar en silencio sus preparativos para una nueva ola de agresión contra Ucrania y toda Europa», avisando de que los detalles de una escalada los «conocerá el mundo».
«Lo que se necesita es que los ciudadanos de Rusia encuentren el valor para liberarse de su vergonzoso miedo a un hombre en el Kremlin, al menos durante 36 horas, al menos en Navidad», ha ironizado en referencia a las condiciones del alto el fuego de Moscú.
Putin ordenó horas antes que se establezca un alto el fuego de 36 horas con motivo de la Navidad ortodoxa, después de que el patriarca Kirill, máximo representante de esta Iglesia, así lo solicitara.
«Teniendo en cuenta la petición del patriarca Kirill, insto al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, a poner en marcha un alto el fuego en toda la línea de frente el 6 de enero a partir de las 12.00 (hora local)», indicó el Kremlin en un comunicado.
Así, Putin habría estipulado que la tregua permanezca en vigor hasta las 00.00 del 8 de enero, señalando que la medida ha sido tomada «teniendo en cuenta el gran número de ciudadanos que profesa la religión ortodoxa y que viven en las zonas de combate».
«Pedimos a las autoridades ucranianas que declaren un alto el fuego y les permitan asistir a las celebraciones con motivo de la Navidad», que según la tradición ortodoxa se celebra el 7 de enero.